Elecciones en Uruguay: El Frente Amplio y la Coalición de Derecha compiten en segunda vuelta por la Presidencia de la República

Por Jorge A. Cuello
Foto: Gentileza Matias Rosingana

El pasado domingo se realizaron las elecciones presidenciales en Uruguay con un claro triunfo en primera vuelta de la fórmula frenteamplista integrada por Yamandu Orsi y Carolina Cosse quienes obtuvieron un 44% de los votos frente a un 27% del Partido Nacional, un 16% del Partido Colorado, un 2,5% de Cabildo Abierto, un 1,7% del Partido Independiente y el resto de los votos distribuidos en otras fuerzas minoritarias, en blanco o impugnados.

Estos resultados si bien le permitieron al Frente Amplio obtener la mayoría en la Cámara de Senadores no alcanzaron para consagrar a Orsi como presidente del Uruguay al no obtener la mitad más uno de los votos que exige el sistema electoral uruguayo quien deberá enfrentarse en una segunda vuelta con el candidato del Partido Nacional Álvaro Delgado.

De esta forma el Frente Amplio deberá redoblar los esfuerzos en estos poco más de 20 días que quedan de campaña para lograr imponerse el 24 de noviembre en el balotaje a la coalición de derecha conformada por los partidos Nacional, Colorado, Cabildo Abierto, Independiente y Constitucional Ambientalista que en total sumaron un 47% de los votos emitidos en primera vuelta.

Conscientes de los desafíos que tienen por delante, la mesa ejecutiva del Frente Amplio ya estuvo reunida esta semana con los integrantes de la fórmula presidencial y el próximo domingo relanzaran la campaña con un acto en Montevideo en el que participarán Yamandu Orsi y Carolina Cosse e intentarán movilizar en lo que queda de la campaña a los ciudadanos que no sufragaron, a aquellos que votaron en blanco e incluso a los electores que en primera vuelta votaron a alguno de los partidos de la actual coalición de gobierno pero que no se sienten representados por la figura de Álvaro Delgado.

El dato alentador para el Frente Amplio es que en esta oportunidad logro obtener 5 puntos porcentuales más que en la elección de primera vuelta del 2019 y al tener mayoría en el senado la coalición de izquierda se presenta con mejores condiciones para garantizar una mayor gobernabilidad a partir del 1 de marzo del 2025.

Sin dudas será una elección muy pareja y el triunfo frenteamplista dependerá de la capacidad de movilización de la militancia para salir a convencer a los ciudadanos y ciudadanas que no votaron al FA en primera vuelta  y que permitan construir una mayoría que ponga a Uruguay en la senda de un cambio político orientado a lograr mayores niveles de equidad e inclusión social.